J.L. Diazgranados

¡Ah, Señor! ¿Acaso tus ojos no se fijan en la verdad?
Los castigaste, pero no les dolió; acabaste con ellos,
pero no quisieron ser corregidos; endurecieron su
semblante más que la roca, ¡y no quisieron
volverse a ti!

Yo pensaba: «A decir verdad, éstos son unos pobres
locos, que no conocen el camino del Señor ni la
justicia de su Dios. Voy a ir a hablar con la gente
importante, porque ellos sí conocen el camino
del Señor y la justicia de su Dios. ¡Pero ellos
también rompieron el yugo y reventaron
las coyundas!

6 Por lo tanto, el león de la selva los matará;
el lobo del desierto los destruirá; el leopardo
acechará sus ciudades, y cualquiera que salga
de ellas será arrebatado. Porque sus pecados
se han multiplicado, y su falta de lealtad se
a agravado.

¿Cómo voy a perdonarte por esto? Tus hijos me
abandonaron, y juraron por dioses que no son
dioses. Yo les di abundancia, pero ellos me
fueron infieles, y en grupo se pasaban el
tiempo en casa de prostitutas. Como
caballos sementales, relinchaban de
deseos por la mujer de su prójimo.
Acaso no tenía yo que castigar esto?
Acaso no tenía yo que vengarme de
una nación así?»

- Palabra del Señor.

¡Entren a sus viñedos y destrúyanlos, pero
no del todo! ¡Destrocen las ramas de sus
viñas, porque no son mías! ¡Con gran
desfachatez se rebelaron contra mí
la casa de Israel y la casa de Judá!»

- Palabra del Señor.

Ellos negaron al Señor, y dijeron: Él no es Dios.
¡No va a pasarnos nada! ¡Nada sabremos de
guerras ni de hambre! Los profetas son como
el viento; no hay en ellos palabra, y les va a
suceder lo que ellos anuncian.»

Por lo tanto, así ha dicho el
Señor, el Dios de los
ejércitos:

Puesto que ellos han hablado así, yo
pondré mis palabras en tu boca; y
ellas serán el fuego, y este pueblo
será la leña, y el fuego los
consumirá.

No tengas envidia de los malvados
ni ambiciones estar en su compañía,
porque sólo piensan en la violencia
y no hablan más que de hacer lo
malo.

No hay duda de que es grande
el misterio de nuestra fe:

Él se manifestó como hombre; fue
vindicado por el Espíritu, visto por
los ángeles, proclamado entre las
naciones, creído en el mundo,
recibido en la gloria.

Dios no es como los mortales: no miente
ni cambia de opinión. Cuando él dice una
cosa, la realiza. Cuando hace un
promesa, la cumple.

A todos los que escuchen el mensaje de esta
profecía, les advierto esto: si alguien le añade
algo a este libro, Dios lo castigará con todas
las plagas terribles que están descritas en el
libro. Y si alguien le quita algo al mensaje de
esta profecía, Dios no lo dejará tomar su
parte del fruto del árbol que da vida, ni
lo dejará vivir en la ciudad santa, como
se ha dicho en este libro.

Fe y sabiduría

Alégrense profundamente, hermanos míos, cuando se
sientan cercados por toda clase de dificultades. Es señal
de que su fe, al pasar por el crisol de la prueba, está
dando frutos de perseverancia. Pero es preciso que
la perseverancia lleve a feliz término su empeño,
para que ustedes sean perfectos, cabales e
intachables.

Si alguno de ustedes anda escaso de sabiduría,
pídasela a Dios, que reparte a todos con
largueza y sin echarlo en cara, y él se la
dará. Pero debe pedirla confiadamente,
sin dudar, pues quien duda se parece a
las olas del mar, que van y vienen
agitadas por el viento.

Nada puede esperar de Dios una persona
así, indecisa e inconstante en todo cuanto
emprende.

El pastor y sus ovejas

Entonces Jesús dijo: Les aseguro que el que no
entra en el redil de las ovejas por la puerta es
un ladrón y un bandido. Pero el que entra por
la puerta es el pastor que cuida las ovejas. El
portero le abre la puerta, y el pastor llama a
cada oveja por su nombre, y las ovejas
reconocen su voz; las saca del redil, y
cuando ya han salido todas, camina
delante de ellas, y las ovejas lo
siguen porque reconocen su
voz.

En cambio, a un desconocido no
lo siguen, sino que huyen de él,
porque desconocen su voz.

Jesús les puso esta comparación,
pero ellos no entendieron lo
que les quería decir.

Los ídolos no son Dios

A Dios no podemos compararlo con nada ni
con nadie. No puede ser representado con
ninguna imagen. Los escultores fabrican
estatuas, los joyeros las recubren de oro
y les pone cadenitas de plata. Los que no
tienen dinero buscan un palo que no se
pudra y se lo llevan a un artesano; pero
éste, por más hábil que sea, hace un
ídolo que ni pararse puede. ¡Pero a
Dios no podemos compararlo con
ninguna de estas imágenes!

El más importante de todos

Luego los discípulos empezaron a discutir sobre
quién de ellos sería el más importante. Entonces
Jesús les dijo:

En este mundo, los reyes de los países gobiernan
a sus pueblos y no los dejan hacer nada sin su
permiso. Además, los jefes que gobiernan
dicen a la gente: "Nosotros somos sus
amigos, y les hacemos el bien".

Pero ustedes no deberán ser como ellos.
El más importante entre ustedes debe
ser como el menos importante de
todos; y el jefe de todos debe
servir a los demás.

Si le haces una promesa a Dios, cúmplela,
porque a Dios no le agrada la gente falta
de seriedad. Cúmplele a Dios lo que le
prometiste.

Esclavos de la justicia

Entonces, ¿qué? ¿Vamos a pecar porque no
estamos ya bajo la Ley, sino bajo la gracia?
¡De ninguna manera!

¿Acaso no saben ustedes que cuando se entregan
a alguien para obedecerlo, son esclavos de aquel
a quien obedecen? Claro que lo son, ya sea del
pecado que lleva a la muerte o de la obediencia
que lleva a la justicia. Pero gracias a Dios que,
aunque antes eran esclavos del pecado, ya se
han sometido de corazón a la enseñanza
que les fue transmitida. En efecto,
habiendo sido liberados del pecado,
ahora son ustedes esclavos de
la justicia.

Las dificultades que tenemos son pequeñas, y
no van a durar siempre. Pero, gracias a ellas,
Dios nos llenará de la gloria que dura para
siempre: una gloria grande y maravillosa.
Porque nosotros no nos preocupamos por
lo que nos pasa en esta vida, que pronto
acabará. Al contrario, nos preocupamos
por lo que nos pasará en la vida que
tendremos en el cielo. Ahora no
sabemos cómo será esa vida. Lo
que sí sabemos es que será
eterna.

La lección de la higuera

Aprendan la enseñanza que da la higuera. Cuando
a este árbol le salen ramas tiernas y hojas nuevas,
ustedes saben que ya se acerca el verano. Del
mismo modo, cuando vean que todo está
pasando como les he dicho, sabrán que
pronto vendré de nuevo. Les aseguro
que todo esto pasará antes de que
mueran algunos de los que ahora
están vivos. El cielo y la tierra
dejarán de existir, pero mis
palabras permanecerán
para siempre.

Nadie sabe el día ni la hora en que yo
vendré; no lo saben ni siquiera los
ángeles del cielo. Es más, tampoco
yo lo sé. Sólo Dios, mi Padre,
lo sabe.

Cuando yo, el Hijo del hombre, venga otra vez,
la gente estará viviendo como en la época de
Noé. En ese tiempo la gente seguía comiendo,
bebiendo y casándose, hasta el momento
mismo en que Noé entró en la casa
flotante; y luego vino la inundación.
La gente no sabía lo que pasaba,
hasta el momento en que llegó el
diluvio y todos se ahogaron. Algo
así pasará cuando yo, el Hijo del
hombre, venga otra vez.

Si en ese momento hay dos hombres
trabajando en el campo, me llevaré a
uno y dejaré al otro. Si dos mujeres
están moliendo granos, me llevaré
a una y dejaré a la otra. Por eso,
estén siempre alerta, pues
ustedes no saben el día
en que yo, su Señor,
vendré otra vez.

Plegaria pidiendo ayuda en la aflicción

¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para
siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu
rostro de mí? ¿Hasta cuándo pondré
consejos en mi alma, Con tristezas
en mi corazón cada día? ¿Hasta
cuándo será enaltecido mi
enemigo sobre mí?

Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío; Alumbra
mis ojos, para que no duerma de muerte; Para
que no diga mi enemigo: Lo vencí. Mis
enemigos se alegrarían, si yo
resbalara.

Mas yo en tu misericordia he confiado;
Mi corazón se alegrará en tu salvación.
Cantaré a Jehová, Porque me ha
hecho bien.

Porque toda la ley en esta sola
palabra se cumple: Amarás a
tu prójimo como a ti
mismo.

Id, pues, y aprended lo que significa:
Misericordia quiero, y no sacrificio.
Porque no he venido a llamar a
justos, sino a pecadores, al
arrepentimiento.

El jinete del caballo blanco

Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo
blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y
Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus
ojos eran como llama de fuego, y había en
su cabeza muchas diademas; y tenía un
nombre escrito que ninguno conocía
sino él mismo.

Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre
es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos
de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos
blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir
con ella a las naciones, y él las regirá con vara de
hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la
ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y
en su muslo tiene escrito este nombre:

REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.

Cuando los familiares de Jesús supieron
lo que hacía, fueron para llevárselo,
porque decían que se había
vuelto loco.

Pero Samuel le dijo:

A Dios le agrada más que lo obedezcan,
y no que le traigan ofrendas. Es mejor
obedecerlo que ofrecerle los mejores
animales.

Rebelarse contra Dios es tan malo como
consultar a brujos y a adivinos. No está
bien adorar a dioses falsos, ni tampoco
desobedecer a Dios. Como tú no
quieres nada con él, Dios
tampoco quiere nada
contigo.

La verdad los hará libres

Entonces Jesús dijo a los judíos que habían creído
en él: Si ustedes permanecen en mi palabra, serán
verdaderamente mis discípulos; y conocerán la
verdad, y la verdad los hará libres.

Sin leña se apaga el fuego, y
donde no hay chismoso, cesa
la contienda.

Ningún soldado en servicio activo se enreda
en los negocios de la vida diaria, a fin de
poder agradar al que lo reclutó como
soldado.

La madre y los hermanos de Jesús

Mientras tanto, la madre y los hermanos de
Jesús llegaron a la casa donde él estaba,
pero prefirieron quedarse afuera y
mandarlo a llamar.

La gente que estaba sentada
alrededor de Jesús le dijo:

Tu madre, tus hermanos y tus
hermanas están allá afuera, y
quieren hablar contigo.

Pero Jesús les preguntó: ¿Quiénes
son en verdad mi madre y mis
hermanos?

Luego, miró a todos los que
estaban sentados a su
alrededor y dijo:

¡Éstos son mi madre y mis hermanos!
Porque, en verdad, cualquiera que
obedece a Dios es mi hermano,
mi hermana y mi madre.

Pues por la bondad de Dios han recibido
ustedes la salvación por medio de la fe.
No es esto algo que ustedes mismos
hayan conseguido, sino que es un
don de Dios.

Esperanza de victoria

Que mis enemigos no se alegren.
Aunque haya caído, me levantaré.

Aunque ahora esté en medio de la oscuridad,
el SEÑOR será mi luz. Tengo que soportar la
ira del SEÑOR porque pequé contra él. Él
lanzará sus acusaciones en mi contra y
hará justicia conmigo.

Él me sacará a la luz y me hará justicia.
Mis enemigos se darán cuenta de eso
y se sentirán avergonzados.

Miraré a los que me dijeron: ¿Dónde
está el SEÑOR tu Dios? Entonces la
gente los pisoteará como si fueran
lodo en las calles.

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Category Spirituality & Faith

Jorge Luis Diaz Granados Lugo, better known as J.L. Diazgranados is a Colombian writer, poet, artist, voice actor, video game developer, musician and composer.

He was born in Santa Marta, Colombia. In his childhood he showed interest in writing as a curious, troubled, restless and imaginative child. He began writing and reciting poems for special or commemorative events at the Liceo Celedón school where he graduated as a bachelor. At the end of 2010 he began to write more focused poems as a literary genre.

He graduated as a Technologist in video game development at Sena, excelling in several arts. He took first place at Tecnobot 2012 developing a video game in three days. For 2014 he participated as a voice actor playing the antagonist of the story "The Man with White Gloves" in the short film Control Z. By 2022 he began his career as a musician and composer publishing his first works.