Bielorrusia estalla y Sputnik V aterriza

Algo huele mal en Bielorrusia... ¡pero qué diablos!, algo siempre termina oliendo mal en algún momento si se trata de una nación no alineada con Occidente. En esta ocasión el hedor a una de esas gastadas revoluciones de colores parece estar viniendo desde el último trozo de la ex Unión Soviética que no ha sido devorado aún por la bestia occidental. Ahora parece que le llegó el turno a los bielorrusos. Todo parece indicar que si el guión es seguido rigursamente, es muy posible que pronto Lukashenko, su presidente, se vea obligado a hacer mutis de la escena política del país.

Para matizar el drama de Bielorrusia, su vecino, la Federación Rusa, ha anunciado esta semana la pronta salida al mercado de su propia versión de la vacuna contra el COVID-19. Bastó la sola mención de que el país eslavo finalmente logró lo que Occidente tanto estaba esperando, para que las hordas salvajes se lanzaran histéricas al ataque. ¡En fin! El asunto parece ser bastante claro: ellos querían distribuir una vacuna, pero no esa, sino SU vacuna.

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